¿Qué es la epicondilitis lateral o codo de tenista?
La epicondilitis lateral, mucho más conocida como codo de tenista, es la inflamación de los tendones que conectan los músculos del antebrazo con la parte exterior del codo, causando dolor. Este tipo de trastorno afecta a los músculos y tendones que se insertan en el epicóndilo lateral (tendinopatía de inserción) responsables de extender la muñeca o los dedos de la mano. El dolor de la epicondilitis lateral suele afectar inicialmente a los tendones y luego aumenta con las actividades que implican a los músculos asociados. Con el tiempo, las molestias pueden irradiarse hacia el antebrazo y persistir incluso en reposo, acompañadas de una reducción de la función de la mano, la muñeca y el codo. Un episodio de epicondilitis lateral puede durar normalmente de seis a doce semanas, aunque en algunas personas el dolor puede variar desde menos de tres semanas hasta un rango de seis meses a dos años. El grupo de edad más afectado por esta inflamación es el de los 30 a los 50 años, aunque cualquier persona puede verse afectada en función de si trabaja o practica deportes con movimientos repetitivos de la muñeca y el brazo.
Causas
La epicondilitis lateral suele estar causada por una sobrecarga funcional, es decir, por un uso excesivo y continuado del codo. Esto ocurre en el caso de determinadas actividades deportivas (deportes de raqueta, deportes de lanzamiento, golf y esgrima), ocupaciones laborales (fontanero, albañil, carnicero, cocinero, pintor, etc.) y actividades de ocio (tocar el violín, jardinería, etc.), en las que se repiten los mismos movimientos a lo largo del tiempo. Estos gestos pueden implicar la torsión o extensión de la muñeca, el levantamiento de pesos y el uso excesivo de los músculos del antebrazo. Otros factores que pueden favorecer la aparición del codo de tenista son los microtraumatismos repetidos y los daños directos en el epicóndilo lateral.
Síntomas
El síntoma principal es el dolor en la región externa del codo, que también puede irradiarse hacia el antebrazo, la muñeca y la mano, despertado por los movimientos de extensión y supinación. El dolor asociado a la epicondilitis lateral puede variar en intensidad. Inicialmente la inflamación afecta a los tendones durante los movimientos de extensión de la muñeca contra una resistencia o incluso cuando el brazo está en reposo. El dolor se agrava a medida que se utilizan los músculos de la extremidad afectada, empeorando con movimientos de torsión como el simple hecho de girar el pomo de una puerta. El dolor puede irradiarse por el antebrazo hacia la muñeca y hacia el dorso de la mano. En general, los signos del codo de tenista son: dolor e hinchazón en la parte externa del codo y el antebrazo, fuerza de agarre débil y dolorosa, empeoramiento del dolor con los movimientos de la muñeca, rigidez matutina.
Diagnóstico y riesgos
Es aconsejable consultar a el médico para un diagnóstico correcto y oportuno de la epicondilitis lateral si el dolor de codo es persistente. Son muchos los elementos que hay que tener en cuenta para identificar el trastorno, como la magnitud de los síntomas y su localización, pero también la realización de actividades profesionales o deportivas que puedan provocar una epicondilitis lateral. El paciente debe indicar claramente la localización de la inflamación en el brazo, aclarar si ha sufrido un episodio traumático y si tiene otras afecciones concomitantes que puedan afectar al dolor (por ejemplo, artritis). El médico puede proceder a identificar el trastorno mediante la palpación directa de la zona afectada y la búsqueda de signos de inflamación local. El médico también puede recomendar otras pruebas clínicas para descartar otras causas, como radiografías, resonancias magnéticas y electromiografías.
Cuidados y tratamiento
La epicondilitis lateral tiende a curarse espontáneamente con el reposo. Sin embargo, el dolor puede persistir durante largos periodos de tiempo, especialmente si se siguen realizando las mismas actividades repetitivas que favorecen la formación del codo de tenista. Además, este tipo de trastorno, si no se trata adecuadamente, puede reaparecer o hacerse crónico. Por lo tanto, los pasos iniciales a seguir para la curación son descansar el brazo afectado y evitar actividades de riesgo para el trastorno. Para reducir la inflamación, es aconsejable aplicar compresas frías varias veces al día contra el codo durante unos minutos. El dolor puede aliviarse tomando analgésicos o AINE, ya sea por vía sistémica o tópica en forma de cremas o geles. En algunos casos, se recomienda un fisioterapeuta para ayudar a reducir la rigidez de las articulaciones. Se pueden utilizar vendas de apoyo o aparatos ortopédicos durante un breve periodo de tiempo para aliviar el dolor y favorecer el descanso. A veces, en las formas especialmente dolorosas, se puede plantear un ciclo infiltrativo para el paciente. En los casos más graves en los que no se produce ninguna mejora después de al menos un año de terapia conservadora, se puede considerar la posibilidad de la cirugía.
Un buen aliado para combatir el codo de tenista sin tomar fármacos y de forma no invasiva es mediante el uso de ondas electromagnéticas. De hecho, la magnetoterapia está indicada para tratar la epicondilitis lateral, ya que es capaz de relajar el músculo afectado, mejorar la microcirculación, acelerar el trofismo, aliviar el dolor y acelerar el proceso de curación y rehabilitación.
Pedir informaciones
Hola,
la información contenida en este sitio está reservada a operadores profesionales y no a usuarios simples.
¿Confirmas que eres un operador profesional?
Si quiere registrar un producto, puede hacer clic directamente aquí: