Consumir poca sal en la mesa, lo sabemos, es uno de los consejos a seguir para mantenerse sano. 
Así lo confirma un nuevo estudio de la Universidad Queen Mary (Inglaterra), cuyos investigadores señalaron que reducir el consumo de sal incluso en un solo gramo al día puede mejorar significativamente nuestra salud. 

De hecho, la sal, aunque es un elemento importante de nuestra dieta, debe consumirse en cantidades muy bajas porque nuestro organismo necesita muy poco para funcionar correctamente. 
Sin embargo, en Italia, como en muchos países del mundo, el consumo de sal sigue siendo muy elevado, con más de 10 gramos al día. 
Según la Organización Mundial de la Salud, reducir el consumo de sal a 3,2 gramos podría prevenir muchas enfermedades.

Pero, ¿qué alimentos deben limitarse?
El 75% del consumo de sal procede de los productos envasados que compramos en el supermercado, como el pan, los cereales y las legumbres. También son extremadamente altos en sal los platos industriales, las salsas preparadas y los productos enlatados. 

¿Qué consejos seguir?
Leer bien las etiquetas de lo que compramos, favoreciendo los alimentos con bajo contenido en sal. 
Reducir el consumo de productos preparados o precocinados.
Limite el uso de condimentos como cubitos de caldo y salsas como el ketchup, la mostaza y la soja. 
Dar prioridad al uso de hierbas, especias, limón y vinagre para sazonar y aromatizar nuestros platos. 
Durante la merienda o como tentempié, consume fruta o zumos como alternativa a los bocadillos y galletas.

¿Y la magnetoterapia?
La magnetoterapia es un aliado para garantizar el buen funcionamiento del sistema circulatorio. 
De hecho, las ondas electromagnéticas tienen un efecto vascularizador que ayuda a combatir la mala circulación, causa de muchas patologías.